))))))))Tenebrae, amor e mortis((((((((

))))))))Tenebrae, amor e mortis((((((((
La poesía hace a los poetas, los poetas no hacen poesía, la escriben solamente...ORG

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Carta a un amor que se fue...



Te escribo ésta carta porque sé que algunas y mucha veces mis emociones se escurren entre tantas palabras.

Porque sé que mi corazón por momentos, a veces muy prolongados se queda en silencio absoluto. Para poderte decir sin romper la tranquilidad del silencio que te ama como al más bello de los amaneceres en un paraíso donde sólo tu y yo existimos…

Te la escribo porque aunque lejos estás de mí y yo de ti. Vas conmigo a todas partes. Que estoy y vas conmigo siempre. En el viento, en las nubes que desde lo alto flotan acariciando tu piel. En los rayos de sol que borran las frías sentencias que intentan aferrase a ti.

¡Cuando despierto lo hago feliz! Con más fuerza en mi interior para enfrentar cada día. Porque por las noches mientras duermo, tu aura respira cerca de mi pecho. Te siento tocar mis labios en mis momentos de transición. Cuando salgo a la vida después de soñar contigo y despertar, a enfrentar al mundo. ¡Estás ahí! dándome fuerzas; las suficientes para no dejarme vencer por el miedo.

Cuando caigo sé lo que dirías si estuvieses conmigo. ¡Porque tú así te levantas!
Porque lo que hago te haga feliz. Y lo que diga jamás te llegue a herir.

¡Te escribo ésta carta! Para decirte que antes de dormir clamo siempre al destino unir nuestras almas por siempre y para siempre. Que soñemos juntos por la eternidad sin miedo a despertar. También para expresarte que mi corazón estalla de felicidad cuando te escucha reír y te ve sonreír, a través de giroscopios en lo alto de un volcán de ilusiones y fantasías. Para decirte que cada minuto que se va es un motivo más para ser feliz y cada hora que se desgrana del día una más para amarte con lealtad.

¡Te escribo ésta carta! porque no sé donde hallar respuesta a tantas plegarias. Que todas piden a gritos dormirme en tus brazos y despegar juntos a una galaxia muy nuestra. Que des respuesta a las infinitas preguntas que me invaden cada vez que te digo hasta luego. ¡Te escribo esta carta! porque no existe flor tan hermosa que pueda descifrarte lo que mi interior alberga. Te la escribo para decirte que jamás te dejaré ir tras la oscuridad. Tomaré tu mano, para guiarte hasta el final de tus angustias.

¡Te la termino hasta acá! porque sé que las palabras pueden aburrirte y adormecerte. O simplemente…el llanto de los ángeles no te permita oírme.

¡Te escribí ésta carta! porque sé que puedes doblarla y decir que tienes mi corazón en tus manos.

...aunque jamas te vuelva a ver y tu coraxón no haya latido tan fuerte como el mío.

Hasta nunca...

martes, 14 de diciembre de 2010

Confesión





Se escudriñan las horas.
Olvido vivir cuando tus uñas arañan
mi espíritu con tal delicadeza
que se que estás ausente porque
pretendes convertirme en el mismo
de ayer.

Por lapsos incontrolables el miedo
me abalanza y se apodera de mí.
Cada parte aletargada por centellas
falsas, mentiras sin evadir.

Se que el mundo gira, su eje y
del universo mismo es en torno a ti.

Eres el mundo que necesito, la esencia
de mis obras, el elixir para el sueño imparable.

No han favorecido mis ventanas
una esfera más ardiente que tus cuerdas.

Mi palacio es de metal,
el silencio mi delirio, alucino
cada gota de tu savia en un espiral de
color, un ataúd de hielo.

un mundo sin rumbo.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Dolor


Vano enemigo del mal, testigo
de mi piel, verdugo del tiempo.
Notorio prefacio del cuadro y
el pincel que forma el destino.

Ausencia,
padre del mortuorio azar,
interior bendito, perplejo diagnóstico
de un corazón herido, pisoteado
por escenas perversamente absurdas.
 
Dolor;
aromático desdén de despedida.
Eterno servidor de la muerte,
perpetuo regreso a la confusión.
Al punto de olvido; mi fugaz teorema.

martes, 23 de noviembre de 2010

Eres Tú



Eres la suave brisa que acaricia
los campos al amanecer y viaja
buscando  mi cadáver
hundido en el desierto. 

Eres el rastro delicado adherido
sobre los corales ocultando las sirenas.
La estrella más radiante, el calor que
me enloquece, el grito del destino en la
maleza del bosque guiando mi existir.

Eres entre las espinas una rosa,
irisas mis días de la oscura soledad,
mi desdén ante la maldad.

Eres es silencio que reposa mi sufrimiento
y me libra del ruido confuso…mi trampa
perfecta, complot fallido de los dioses
que remeda la quimera de demonios injuriosos.

Eres la miel que borra mis estigmas,
Mis recuerdos y condena los resabios.

Eres mi tregua con el tiempo en la
absurda lucha sin riesgos ni emoción.
La magia que me hace soñar, reír y
llorar cuando despierto de mis Terrores
Nocturnos.

Son tus palabras mi dulce melodía,
la mutación del infierno a un flamante
lucero; tus ojos…mi ventana al mundo.

Soy sólo un fantasma perdido en el
la ciudad oscura, en la ruina que quedó
Posterior a la masacre.

Eres tú mi rutina más bella;
mi eclipse en la oscuridad…

martes, 9 de noviembre de 2010

¿Cómo me encerré en las palabras?

Recuerdos arrastrados desde otra vida

que se burlan frente al papel y el sabor
amargo de la hiel adherida en la lengua.

Palabras que se refinan entre la tinta.
Historias que nunca alcanzaron siquiera
formar parte de un final feliz.
Siquiera sólo al final.

Es el amor pensando seguir el curso
interminable del pudor que deja sus huellas
sobre los charcos de sangre que dejó mi corazón roto.

¿Cómo alcancé a arrancar los suspiros?
Debieron quedarse perdidos.
Flotando…rebotando en el frenesí.
El dilema se desató cuando nos atamos
al unísono de una canción que se cobijaba
en el frìo y emocionante invierno.



Si tan sólo existiese una palabra que fuese
capaz de encerrar todo cuanto me haces sentir
la escribiría una y mil veces para evitar perdernos
entre tantas palabras; evitar la locura y mirar a través de mis ojos.
Podría evitar la locura. Encerrándome en los barrotes
y gruesas y duras paredes que forman las palabras.
Acompañar al silencio pensando tu nombre sólo
en sigilosas fantasías. Simular que entiendo todas
las palabras que me haces escribir.

Mi AMOR se oculta en mi locura.
En tantas palabras que a veces no llegan a
decirte nada. Pero, Nietzsche lo confirmó en sus citas.
“Siempre hay un poco locura en el amor. Pero siempre
hay mucha razón en la locura”.
Debería atar mis manos y formar parte
del silencio tragándome la lengua y amarte
sin dar ninguna explicación. Que mis pupilas contraídas
por el miedo destruyan las cartas
que quizá nunca llegues a leer.

Mirarte y aprender a leer tu mirada
y echar al fuego tantos libros con tantas palabras.
Llenos de tanto misterio que probablemente no nos
competa descifrar. Mirarte y aprender otra vez a leer
tu mirada, que no suele codificarse.

Que no necesita ciencia alguna, sólo el
instinto del corazón y la razón. Encontrar el
más grande tesoro.
Que puedas amarme
sin tan poco darme y pedirte razones.
Decirte TE AMO y…
No preguntarme ¿por qué me encerré

en las palabras, entre tanta simbología
¿Cómo te escribo tanto y el tiempo no me
sufraga para amarte sin tener que escribirte
y aburrirte entre tanta tinta?

El mundo es tan pequeño que tiendo encerrarme
junto a ti en las palabras…
aunque tú no las necesites.

Y sí, son sólo las primeras palabras
que alientan el prólogo hacia
el capítulo sin final de la cruel falacia
que a pesar de su vislumbres alcanzó la realidad.

viernes, 22 de octubre de 2010

Si Decides Regresar (Delirio)

Si un día decides regresar no olvides tomar un pincel para pintarme

una sonrisa en el rostro. Pero antes, no olvides coger todos los sueños
que dejé frente a la puerta mientras te esperé.

Entra despacio, sigilosa.
¡Tienes la llave! ¿Lo recuerdas? Es por eso que no salí a buscarte.
Temí que regresaras y no estar aquí para recibirte.

No me despiertes aún. Sé cautelosa conmigo; no enciendas la luz.
Tómate el tiempo necesario y seca mis lágrimas.

Ponte hermosa,
Tan bella, como el día en que escuché tus pasos y te vi llegar.
Supe que te amaría por siempre.
Lo supe antes de mirarte a los ojos.
Te confieso que temblaba de miedo.
Creo que lo notaste y era obvio que no lo pude evitar.

Si un día decides regresar.
Miénteme susurrándome al oído que habías salido
buscando una oportunidad para los dos y que volviste
porque al fin la encontraste.

Si me encuentras con alguien en mis brazos, no te agites
Es el osito de felpa que también te espera. Recuerdas que me lo dejaste
el otro día mientras caminábamos buscando un lugar
Para sentarnos y descansar.

Si revisas mis bolsillos hallarás los pétalos marchitos
de la rosa que me diste el otro día cerca del parque.
¡Sí! aún la conservo.
¡Ve! mis manos aún no se marchitan.
Aunque no lo creas siguen escribiéndote.

Si un día decides regresar y me encuentras dormido.
No creas que me aburrí de esperarte.
Es sólo que te extrañaba tanto que decidí soñar mientras tú te decidías a volver.
No te preocupes, te encontré en mis sueños y soy feliz acompañándote
Mientras vuelves.

Si un día decides regresar.
Por favor, compra un adhesivo en la tienda
Servirá para unir las partes de mi corazón que quedaron tiradas
en el piso cuando cruzaste la puerta.

Levántalas con mucho cuidado, puede que se rompan en pedacitos.
No me despiertes tan de repente. Recuerda que mis nervios no son del
todo agradables cuando me toman por sorpresa.

No me reproches nada; bien sabías que tarde
o temprano te aburrirías de tanta cursilería.
Sabía que necesitarías tiempo para ti. ¡Yo lo sabía!

Antes de despertarme asegúrate de mantener la calma.
Revisa que no falte nada de lo que dejaste cuando te fuiste.
¿Está todo aquí?
¡Todo sigue igual! Hasta el jardín que creé en tu honor.
Tu fotografía sobre mi mesa sigue brillando.
Lo único que se ha opacado es la luna, la tarde de invierno que ya no suele
Inspirarme porque he dormido tanto que hasta olvidé
que los botones de la camisa que usaría cuando volvieras
están desajustados.

¡Perdóname si me encuentras despeinado!
Desde que te fuiste lo último en que pensé fue en redecorar mi cabello.
Simplemente me dediqué a dormir y soñar.

¡Disculpa si no te preparé un poema para tu regreso!
Te juro que lo pensé una y otra vez, sabes que no es difícil escribir
algo hermoso si se trata de ti.

Si me tocas y me notas frío, no pongas importancia.
Olvidé cubrirme durante la noche mientras la soledad me perseguía.
Es sólo eso, nada importante. ¡Tómalo con calma!

Perdóname si no puedo darte detalles de lo último que leí.
La verdad es que no he tomado un libro en varios días,
ninguno me interesó tanto como me interesaban antes de que te fueras.

Si un día decides regresar asegúrate que nadie te vea entrar…así podré
decir que te acompañé y jamás estuve solo.

Perdóname si el día en que vuelvas no me encuentres despierto.
Si no puedo recibirte otra rosa.
Créeme que me gustó tanto la primera que aún la guardo,
ella se marchitó. Pero, aún guardo la pasión y el aroma que poseía
cuando me la diste. ¡Espero no lo hayas olvidado!
Lo recuerdo como si hubiese sido ayer, lo recuerdo cada día.

¡Perdóname si no la pueda recibir con mis manos!
Pero, puedes ponerla sobre mi ataúd.
Bien. Puedes acomodarla en mis manos para
que se marchite junto a mí.

Si no es mucho pedirte,
dame un último beso.
El último.
Prometo que lo será.
Será lo último
Porque para entonces dormiré para siempre.

¡Descansa en Paz! (Resignación)


¡Descansa en paz amada mía!

Rezaré la última letanía en tu honor.
El limbo se acomoda en mi pecho,
en el corazón transplantado al olvido…

Destroza todo el terror que te obsequié
entre tantos versos…

Lee éste último capítulo de la historia
de zozobra que escribí para ti.
Esta que se lleva la última gota de mi sangre.

Quiero verte excitada en medio de la esquizofrenia.

¡Bébete mi última lágrima!
Siente como la húmeda agonía de
tus mentiras ahogan mis ilusiones,
siente la sal que destrozó el alba.

Siente tus manos por la madrugada
en que me pensaste tuyo.
Como cruje tu cuello cuando intentas
ver lo que no ha sido nuestro.

El tiempo tejió tus pensamientos con los míos,
parió pesados telones de locura absoluta.
El teatro es tan vacío y detrás de nuestras palabras
sólo queda un disfraz empolvado,
abandonado por las polillas.

El tiempo muerde los témpanos
que quedaron de nuestra saliva;
que se aburrió de repetir
nuestros nombres en el vacío.

¡Descansa en paz!
no me vuelvas a pensar;
nunca más…

¡Descansa en paz!
No volverá la borrasca de mis penitencias.
Irán conmigo,
me seguirán,
hasta que el tiempo pierda todos sus resquicios.

No volverás a llorar;
tus lágrimas olvidarán haberte poseído.
No sabrán haberte oculto entre tanto dolor.

El solsticio de otoño acomodará una almohada en tu insomnio…
Y, la última flor te hará reina.

¡Descansa en paz amada mía!
No me vuelvas a pensar.
¡Nunca más!.

No me volverás a sentir;
nunca más.

¡Descansa en paz amada mía!
Llegó mi hora de partir.
¡Cierra mi ataúd!
Debo marchar,
llegó mi hora de partir…

¡Descansa en paz!

No me vuelvas a pensar.
¡No!
No me vuelvas a sentir.
¡Nunca más!

¡Descansa en paz amada mía!

No más, nunca (Resurección)



¡No más, nunca!


No más suspiros sepultados al viento,
al vacío que mi coraza forjó por ingenua.

No más lágrimas perdidas,
en el océano de redención
que el dominio enigmático
de mis pensamientos echaron al suelo.

No más paladares ni intentos de placer interminables.
ni falsas esperanzas de acariciar el perfecto engaño,
el asesino de auras (el perpetuo amor).

No más noches de pesadillas
sin sueños, de ideas inocentes,
trastornos fatales por una migaja
de espacio en una memoria ajena.
En una historia que no llegará a
pasar frente a mí.

¡No más!

No más espinas,
ni dolor infinito por abrazar
una flor que se deslucirá al
ocaso de mi primavera.

No más conversaciones a solas
con la soledad,
con los sueños que desmoronan mis
manos y coronan el reino sin ley
de las paredes que jamás debí cruzar,
para buscar en un lecho de piedra
lo que sólo habita en mí.

¡Nunca Más!

Entregarme por completo y,
despertar sin haber sentido
que el tiempo contrajo mis heridas.
Buscar en otros labios las palabras
que jamás deberán salir de los míos.
Nunca más llorar sobre un pedazo
de papel y escribir con lágrimas
el miedo qué jamás me dejará ir.

Nunca más, ni un paso por huir de mi oscuridad.
¡Nunca más!

Salir a la mitad de la oscuridad
a abrazar la noche,
la majestuosa luna que sin mediar
suspiros me arranca sin misericordia
el diminuto espacio que se tambalea
dentro de mí castillo.

Nunca más perseguir misterios,
hojas inertes que se agregan
al suelo infértil del otoño.

¡Nunca más!

Oír tus alaridos en medio de tanta confusión
y tantos golpes a mis espaldas.
Nunca más extender mi mano y sentir
cómo la hipocresía se desliza entre mis dedos.

Nunca más marearme buscando constelaciones
en medio de la oscura incertidumbre de un adiós.
No más sueños enredados entre ortigas
y versos fúnebres.

No más anhelos por vivir en otro corazón
que no sea el mío.
Nunca más mendigar una sonrisa
para contraer mis días.

No más mentiras escupidas al espejo,
ni al rostro que se refleja en el cristalino
torrente de horas perdidas.

No más caminatas nocturnas,
cruzar mi habitación simulando buscar
objetos perdidos, mover mi cabeza
creyendo haber encontrado algo que no puedan robarme.

¡No más!
¡Nunca más!
No más vida.
No más espectáculos paranormales
frente a mis ojos.
No más intentos de vuelo.
No más llanto.
No más tiempo.

¡No más, nunca!
¡No más!

jueves, 14 de octubre de 2010

Dignaste


Dignaste cada letra que éste lápiz intentó

sofocar al escribirte, la fuerza que mi voluntad
embriaga al descender mis labios por besar la
luna en un mar de plata y diamante.

Dignaste las grietas que posaron espantadas
en el fango buscando augurar la incertidumbre
en una aventura.

Dignaste encarecer cada parte de un segundo,
resquicio de tiempo en tus retinas. En tu ventana
ofuscada por falsa luz, el destierro y la nieve que
no pasó cerca de ti. Preguntándote por qué los
colores se distorsionan ante una voz y los instantes
tenues que las sombras nocturnas provocan prevalecer.

Has dignado que cada noche intensamente oscura sea
iluminada por tu recuerdo…

Asísteme



















Llévate mis angustias hasta la cúspide de mi dolor,
engendra nuevas raíces en mi morada; olvidada, en ruinas,
casi invisibles (en mi corazón marchito).

¡Rompe los brazos de ésta cruz!

Mis manos quieren hurtarte de ese altar,
de ése frío y ruidoso cuadro difuminado por zombies.

Eterno es mi castigo por entregar mi alma a una mortal,
por apostar mi corazón ante el mal.
Es mi casta ansiedad volver a amar,
volver a respirar,
volverme a equivocar.

A la ribera de mi llanto.
A la ribera de mi sangre.
A este mar de dolor.

Llévate el pergamino.
El pacto con la luna y el tiempo,
el soliloquio de las pesadillas que nunca olvidaré.

¡Hasta Nunca!

viernes, 1 de octubre de 2010

Espectro


En un sueño atestado de emoción
teñiste mis pupilas de intensos
colores, tu mirada destellaba como
nebulosa atravesando la atmósfera de
dolor que corroía cada centímetro de mi ser.

Tus ojos fijos cruzaron sin miedo
mi mirada empañada por falsas promesas,
por falsos indicios de pasión, por arrumacos
actuados por mimos agonizando…ahogados
por telones de interminables maldiciones,
tus ojos bellos guian tu cuerpo hacia el
despertar, cruzando las angostas puertas
de mi templo…perforando las cortinas de
sueños; sueños perdidos en un adiós.

Tu mirada radiante; como el nuevo amanecer
después de una cruel pesadilla…despertándome
de un largo y gélido dominio de soledad.

Sólo espero otro santiamén.
Sólo esperé una eternidad,
sólo perecí en más de una batalla
para hallare perdida en una aurora.
Sencillamente esperé…y llegaste; como
llegan las playas del mar invitan a las olas
a enmarañar los viejos navíos bajo
su majestuosa rudeza…

Tus dóciles manos…aterciopeladas por
brisas de ternura, diestras de crearme
un cielo en tus palmas y tus dedos sembrándome
ilusiones, segundos para eternizar el momento
en que precisé caer hipnotizado…atrapado en
tus cabellos ondulados, fulminantes,
absueltos de olvidarse…

Tu sonrisa clavándome una esperanza, en
la cima del sepulcro de mis deseos.
Intenso como un anochecer en el apogeo
del invierno; con lámparas extraviadas en el ocaso…

Mágica. Con hechizos y conjuros provenientes
de la enigmática noche estrellada devorando mi pasado,
desvaneciendo las cicatrices en mi piel,
mis huellas en el fango…mis coronas truncadas.

Tu silueta; sólo comparable con las lunas menguantes,
los jardines bañados de rocío, las aladas de los
ángeles sobre un hogar abandonado…

Tu silueta rompe mi llanto
hacia la libertad, hacia el viento y el cielo infinito…

Adiós















Ahogaré mi voz con este adiós.

No dañaré más tus días repitiendo
mi absurda necesidad de resuello.
No hablaré más con tu silenciosa imagen
cuando no estás.


La sepultaré junto al resto de hojas
que cayeron de mi corazón para jamás
volverte a sentir y esperarte a desaparecer.
Los sepultaré y olvidaré mis latidos,
no te escribirán más infartos de amor.

Pondré una cruz sobre su mausoleo,
la cubriré de rosas recordando mis penas
y toda la sangre que bebiste de mi cuello
mientras recitaba las líneas de Poe que
tanto te hacían tiritar…sangre inocente
que arrastró a su merced mis lágrimas que
intentaron huir de tan agudo dolor que
yacía del breve suspenso cuando invocaba
que eras todo para mí.

Apagaré mi voz…irá con el silencio que
libó los poemas que nunca sugeriste escuchar.
Se entregará al señor de las cadenas de la
sangre que jamás debió separar.

Se ocultará con la sencillez de un espejismo,
absurdo, parido por un momento perverso.
Un puñal en mi cuello es mi despedida, mi
adiós en el silencio.


jueves, 30 de septiembre de 2010

Luna


Dama de plata…

Mística.
Brillante.
Inalcanzable a los anhelos mortales
de las ánimas que caminan sin nombre,
con castidad de luz.

Sólo tú has de provocar…
la ausencia de palabras cuando te suscitas,
ante el fuego sin disyuntiva por senderos
infames guardando ceniza en grabados opacos.

¡Sólo tú sutil doncella!
Has de liberarme de sendo sufrimiento,
con tu mirada a veces llorosa en término
de invierno cuando tus lágrimas surcan las
nubes y no te muestras triste.

Sólo tú has de ofrendarme por largas noches
de abandono el polvo de estrellas cremadas
escudriñándose en el cosmos…

¡Sólo tú mi bella luna!
Sólo tus perpetuas visitas me
han de librar del reloj e infinita arena
que me ahoga…

Dama Nocturna













La vida…el recuerdo más aledaño

de las estigias que imploran ser vistas.
Mi ego rasgando las túnicas de la muerte.

Tu sonrisa…el más bello tesoro
de los piratas que jamás adquirieron
a izar las velas de la carabela que
el tiempo ahogó en el mar de oscuridad.

Tu mente…el laberinto por donde anhelan
las ánimas perdidas morar por siempre.
Los clavos que unen las escaleras
que me llevan al cielo.

Los mares encallan en soldedad
noches oscuras, sus olas lloran
en silencio por adorar tu reflejo.
.
Nunca mi bella dama!
Mi dama nocturna, nunca estarás de cabeza
las hadas no pretenden volar hacia el abismo,
atrapar los perdigones de fuego que alteran
tu eterno brillo.

El brillo que sustenta el cielo.
Nunca mi dama nocturna.
Reina de la noche…

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Fulgor

A veces el cielo se torna borrascoso, el tornasol de las flores deviene una

Intensa y asidua melancolía; con tal fervor que sus mieles repelen la intensa
Búsqueda de la verdad. Pero, más veraz es el candente fulgor que emana
De tus alas, el alba, los sueños y luchas.
No existe poder siniestro diestro de apagar tan centelladas pupilas.
Los ángeles aspiran tus manos humanas, tu silencio en medio de la
Tormenta de voces sin conciencia…ninguna fuga absuelta a perder
Más de lo que noche pudiese hurtar.

Alude tu mirada mística el más recóndito reposo del cielo, entre la
Maraña una muestra de la fragilidad de un mundo divino. Atisbado por
Villanos criminales que permanecen inmóviles ante la súplica de humanidad
De un mundo que pretende conocer la sabiduría e ignora lo que hay en su interior.

Nunca dudes que las estrellas claman el fulgor inocente que alberga tu ser, mismo
Que reclama la maldad que aflige las densas sendas no recorridas. La vida es bella, tan
Sublime y efímera como los segundos antes de despertar del abismo.
Si en tus pasos hay pesadez la madrugada atrapará tus sueños.
Nunca olvides que la oscuridad se torna más intensa antes que el iris devore las penumbras.
Un sagaz devorante es tu mirada,

Una esperanza para los castos de maldad.
Que devoren tus pasos el mundo y que
Tus huellas permanezcan por siempre
Sobre las sombras de quienes tienen la dicha de sentirte brillar…
Porque la vida no se mide en años, días u horas. Sino en momentos bellos. Haz eternos ese tiempo…y que sea perpetua tu luz.

Suspiros

Un suspiro por tu recuerdo,

Por tu casta sonrisa, (la disyuntiva ante mi calvario)
Un suspiro por el dolor que me causa el tiempo
Cuando te vas, por cada segundo asesinado por la
Soledad mientras adormitado aún te espero.



Un suspiro por la mágica azucena que me mintió
Negándome tu nombre, tus manos; tu esencia.
Un suspiro vago que te encuentre mientras te
Ocultan los siglos, por la salvación de mis lágrimas,
La negación a rendirme y levantarme de los escombros.
Un suspiro agonizante en mi último aliento, mi blanca
Desesperación por mirarte una vez más.



Un suspiro por la mágica oscuridad que te hace notar
En la cúspide de la antagónica realidad.
Un sacrificio, un suspiro, un cielo, una dimensión olvidada.
Un suspiro, una gota de sangre, una gota de sudor por
Encontrarte, una gota de miel hurtada del edén.



Un suspiro, tu recuerdo, mi inspiración…mi voz gritándote
Detrás del sol, detrás del sueño.
Un suspiro, arráncame uno más, uno más que morirá,
Uno más que volverá por ti…por mí, por la noche sin estrellas…

sábado, 28 de agosto de 2010

Rosa Negra II















II

El mundo es una rosa negra que se marchita con el tiempo,
su escala es la maldad de sus ángeles.
El mundo es una rosa negra que se desgrana,
que pierde su romance en las lágrimas.
Un cuervo picoteándote con nostalgia.

Una rosa negra es el mundo que se pierde en
la noche.

La vida es una rosa negra, renegada por la confusión
de su naturaleza, por renegar el Edén...una rosa negra
es la inspiración de un poeta suicida, la inspiración
del infierno brillando en sus espinas.

Una rosa negra es un ataúd abierto, el féretro esperando
a la soledad seducirte con un revolver, una daga
oxidada por el olvido o, una gota de sangre perdida
en la niebla , la lágrimas o el tiempo.

Una rosa negra es un grito atravesado en el alma, 

¡Ven! Atraviesa mi alma con la misma saeta con
que travesaste mi alma...con esa rosa negra dormida
en la oscuridad.

Rosa Negra


I

El mundo es una rosa negra en la oscuridad,
es la muerte disfrazada de romanticismo y ternura;
torsiones en penumbra e invisibles heridas.
Ditirambos vacíos en una esfera sin sombra.

Rosa negra, escrúpulo cotidiano del amor
insaciable estirpe fugaz del deseo terrenal.

Sutil encanto, adiós desesperado en el
silencio, una caricia que jamás despertó el aliento
de un beso.

Una rosa negra es un ataúd abierto, el féretro
esperando a la soledad seducirte con un revólver.
El tiempo es una rosa negra ahogándose en un
vaso con agua, una flor marchitándose en mis manos.
Pétalos esclavos de una corola condenada a la oscuridad,
al profundo temor de orificios sin fondo.

En el frío color de una rosa negra se desvanece el umbral
que los siglos han palpado para ceder la eternidad ante lo
atónito de los males de la mente...

sábado, 5 de junio de 2010

Tu Ausencia


Camino, respiro y tu ausencia me mata.
Siento, suspiro y tu ausencia me mata.
Duermo, sueño y tu ausencia me mata.
Despierto, te extraño y tu ausencia me mata.
Hablo, divago y tu ausencia me mata...

Mis manos sangran, mi voz se quiebra
y tu ausencia me mata.

Mis ilusiones se suicidan y tu ausencia me mata.
Mi espíritu se quema y tu ausencia me mata.
La oscuridad lame mis retinas y tu ausencia me mata.
La soledad me acaricia y tu ausencia me mata.
Camino, sudo, respiro, sangro y tu ausencia e mata.

Mi mirada se apaga y tu ausencia me mata.
El olvido me siente y tu asuncia me mata.

Mis manos sangran y sólo tu ausencia me mata
Sólo tu ausencia, sólo tu silencio...
desangra mis suspiros en palabras...
sólo tu ausencia me mata.

Sólo tu ausencia me mata.

jueves, 3 de junio de 2010

Mortis


En el lúgubre temple, en la sonata nocturna de los
últimos pasos se oculta el destino...en los insólitos momentos la tiniebla del miedo te acompaña al último capítulo de tu historia.

No es el suspiro de la muerte quien susurra a tu oído, es la vida que se despide y baila su último vals cerca de ti, es el olvido que abraza el misterio.

No sirve de nada que lucir elegante, la vida se despide y se larga sin mirar atrás.

Se va arrastrando consigo los errores, maldades y victorias. Amores y deudas pendientes. Los minutos ya no importan, el momento que tanto esperaste, el mismo que estuvo en tus manos y no pudiste apreciar; también irá consigo.


El mundo es pequeño, es apenas una tumba...la lluvia que pasará al momento...La vida es corta, es una flor que se marchita y el viento arrulla en sus brazos.


La muerte es el sueño eterno de Morfeo, la utopía de los dioses.
Es el olvido...

viernes, 28 de mayo de 2010

Gaia


Escuchad! como cae la luvia, los lamentos que vuestra madre os quiere decir. Vedlo, los volcanes rugen, vuestros alaridos emanan tanto dolor, escuchad los gritos de las montañas que se deslizan hacia las faldas de la muerte. Tomad un segundo del efímero abrazo que vuestra madre os ha obsequiado. Tomad un segundo más por el luto que os abrazará para siempre...Gaia está agonizando; no dudeis que vuestra mano le ha herido.


Vuestra evolución ha asesinado la humanidad con que suspiramos cuando niños. El cielo se cubre de ceniza, las rocas que caen son sólo una caricia...Gaia se marchita, ha perdido el color y la blancura que le acompañaba. Las lágrimas de Vuestra madre arrastrarán con la existencia, no dejeis morir lo que os ha permitido vivir. Es tarde ya. Es vano que os oculteis bajo tu cama, el miedo que recorre vuestra piel no simboliza nada. La muerte de vuestros hermanos son sólo las primeras lágrimas de vuestra madre, no escupas al suelo, no bebas de vuestra propia sangre.


Vuestra madre clama lo que a su piel pertenece...


Asesinos, matricidas, habeis cometido el peor de los pecados...

habeis herido mortalmente a vuestra madre.


No hay cielo, no hay infierno alguno.

Sólo queda esperar que vuestra madre os lleve consigo...con el mar de lágrimas que le habeis provocado...el azul de vuestras aguas cansadas están de tanto dolor, tanta sangre y destrucción.


Vuestra madre clama lo que a su piel pertenece.


Escuchadlo, no pretendais que nada sucede.

Vedlo! va marcando nuestro destino...no el que escribió para vosotros, el que vosotros habeis escrito...

jueves, 29 de abril de 2010

Lágrimas Negras





Vientos condensados por nubes de delirio, pasos que rompen mi silencio, ahogándome en un destino incierto, encantando los espacios disfrazados por el hielo que se agrada entre estatuas cadentes de fuego.


Las cenizas de mi piel se pierden en la oscuridad silvestre, profunda, de recuerdos vagos en el olvido. En la noche de luna semblante, ladrona de sueños, llantos agónicos, de tristezas aterradas por ilusiones antagónicas. Muertas en el paladar del último beso, en el fuego voraz de una caricia de espantos. Se olvida mi sombra al amanecer, se olvida arrastrarme la sangre sacrificada por amor. Mis tímpanos no recuerdan el latido de mi corazón.


He olvidado también el aroma de aquella flor hermosa perdida en las hiedras.

Lágrimas oscuras demacran mi rostro, cayendo al denso abismo augura mi soledad en penumbras, con la muerte, con la angustia del último instante... Lágrimas negras delinean una tétrica sonrisa en estatuas de hielo. Lágrimas oscuras opacan el cielo... Lágrimas negras que no alcanzarán a tocar el suelo.


Lágrimas que escrutan los días anteriores a la muerte tocar mis manos. Lágrimas que se cristalizan...se deslizan en mi piel lacerando el recuerdo de un final profetizado... Lágrimas negras escriben mi destino en el obituario, mi mente retorcida, mi llanto melancólico...



miércoles, 21 de abril de 2010

Decadencia


El mundo es un compás perdido en el Big bang,
el susurro siniestro de Dios, porque sus ángeles
cruzaron sus límites, devoraron con libido
cada grano de arena, destrozaron el jardín que
con tanta pureza él les obsequió...Añadir imagen

El mundo es la melodía mal inspirada por Dios,
el obsceno desafío por mostrar su rostro...

El mundo ha sido invadido por villanos ultra terrestres,
ha sido ahogada por la sangre de sus ángeles. Tanto
resuello confundió la triste melodía de sus entrañas
con la tormenta que terminó por profetizar
el fin de sus tiempos. No de su destrucción es sí.
¡No de su desaparición! De su liberación de zombies poseidos
por el odio y la intolerancia...

jueves, 15 de abril de 2010

Lágrimas de un Vampiro

Mi memoria aúnte recuerda como el primer y único sortilegio que se ha desvanecido con el alba. Nunca entendí del todo por qué me abandonaste sin dar explicación alguna, que a pesar del sueño y tantas pesadillas acosándome siempre era capaz de percibir tu presencia y oír la alteración de tus pulsaciones. Siempre supe que esa apariencia tétrica albergaba más que sed de sangre, hambre de maldad y todas aquellas cosas de antaño que sin querer heredaste.

Siempre supe que tu sabgre no era nada parecida a la mía. La que sofocaba mis venas se consumiría junto conmigo. La tuya no se dividía en tipos ansurdos como es natural encontrarla en los humanos.

El tiempo se detuvo cuando posaste en mi ventana, puedo asegurar que estaba cerrada correctamente. ?Quizá fue el fuerte viento de otoño que se despedía quien la liberó! Pudo ser mi intuición o el mismo poder que me obligó a salir a la mitad de la madrugada a buscar mis lamentos innatos.

-Cada noche imaginé que soñaba, que eras otro de mis delirios. Intenté desvelarme durante varias noches, incluso en aquellas en que emanaba toda la infelicidad por mis retinas y el teatro que me preparaba la vida se venía cuesta abajo. La gente de mi ciudad no eran más que simples títeres que se manipulaban unos a otros. Jamás pretendí entender todo eso. Tú eras mi dios. Y, todas esas situaciones me colmaban, por ello decidí alejarme de ese falso hábitat, incluso hasta de mi propia familia. Nadie me creyó cuando hablé de ti. Todos decían que debía salir de la solitaria habitación donde pasé la mayor parte de mi vida. Pero, nunca me importó. Tenía todo lo que necesité.

Tantas noches temblando en tus brazos; esperando ansiosa que bebieras de mi sangre para borrar ese harrible y débil color de tu piel. Me importaba más descubrir la belleza de tu rostro que morir solitaria entre mis libros y poemas. Tenía la certeza que podía lograrlo.

Te esperé tanto tiempo. ¡No imagines cuánto! Mi morada se empañaba de júbilo cuando te atrevías a entrar. Siempre quise estar despierta para ti...pero, el mal que me acogía era más fuerte que mi voluntad. Eras la única razón que me obligaba a soportar mi demencia, lo demás daba igual, fuiste el eslabón entre la vida y ni muerte. E igual la muerte me guardaba, quizá con la misma ansiedad con que yo a ti; la misma incertidumbre que tanto me exitaba le provocaba olvidar que pronto estaría en sus manos.

Fueron tantos años, más días superados que los determinados por aquel médico.
Lograste burlar sus veredictos y posponer sus palabras.

Nunca quisiste escribir mi epitafio...sólo tú has de saber el misterio que allí me encierra.

Pasaban apenas unos minutos de la media noche...no pude contener que mi vida se escapara, fue uno de esos días en que la borrasca oculto la luna entre tanto resplandor.

No recuerdo haber visto tu silueta. ¿Acáso tú, sí? No recuerdo cuántas noches han pasado desde aquella vez. No recuerdo cuántas desde que perdí mi identidad, mis plegarias y leyendas.
La vida es tan corta, bella y efímera.

No te atreviste a beber mi sangre.
Ahora mi tumba beberá tus lágrimas.

Como lamento verte hasta ahora...desde este frío sarcófago. Me desgarran tus lágrimas, tu pena y tus alas rotas.

Es tu eterno castigo llorarme en silencio.
Es el precio por lo prohibido, por desobedecer tu naturaleza y olvidar tus instintos.

Nuestro amor nunca pudo ser. Debo cumplir con la ley, debo recorrer mi calvario.

Acá no existe la soledad...solamente el olvido.

"No me olvides mi vampiro"